“La memoria, indispensable y portentosa, es también frágil y vulnerable. No está amenazada sólo por el olvido, su viejo enemigo, sino también por los falsos recuerdos que van invadiéndola día a día...
La memoria es invadida constantemente por la imaginación y el ensueño y, puesto que existe la tentación de creer en la realidad de lo imaginario, acabamos por hacer una verdad de nuestra mentira. Lo cual por otra parte, no tiene sino una importancia relativa, ya que es tan vital y personal la una como la otra...
Mis errores y mis dudas forman parte de mí tanto como mis certidumbres... el retrato que presento es el mío, con mis convicciones, mis vacilaciones, mis reiteraciones y mis lagunas, con mis verdades y mis mentiras, en una palabra: mi memoria.”
Así termina Luis Buñuel el primer capítulo de su libro Mí último suspiro, esa autobiografía contada al que fuera su guionista acompañante en sus últimas películas, Jean-Claude Carrière, quien, según su nota introductoria “le ayudó a escribir" dichas memorias.
En estos tiempos de tanta memoria digital, nos hemos acostumbrado a que acudir al pasado consta de unos pocos clicks: uno para ir a un carpeta, otro para abrir un archivo y otro para ver el material allí alojado y mostrarlo.
En realidad, solemos pensar en nuestra memoria como algo parecido a esto. Vamos (o algo nos lleva) a un lugar y una fecha de nuestra memoria, lo recordamos con la imaginación y el sentimiento y construimos un relato con lo que allí hay, lo contamos.
Pero en el país de la memoria humana, todo es más buñueliano de lo que parece.
El primer título que pensó Gioacchino para su película era A ver si contamos la verdad. Era una declaración de intenciones. Una postura, una hipótesis para comprobar si era posible. El sabía que iba a aventurarse a un viaje por su memoria. Este título se mantuvo casi hasta la penúltima semana cuando ya estando en el hospital, por algún motivo, nos mostró unas notas de su cuaderno y nos contó que había estado barajando otros títulos y que creía que Más allá de la Verdad debería ser el nombre final de la película.