domingo, 30 de septiembre de 2012

Desde el NO-lugar del cine. Razón social y política de las nuevas cinematografías.

Uno de los debates que nuestro compañero Daniel Goldmann compartió ésta semana de entre los muchos e intensos que se dieron en el Festival Ojoalsancocho de la semana pasada en Bogotá, es la claridad que los compañeros y compañeras de diferentes países latinoamericanos tenían acerca de la necesidad de una ley del audiovisual y de los medios y la recuperación del rol estatal en la regulación de la gestión de los fenómenos de nueva producción audiovisual y cinematográfica en el surcontinente americano.
Como siempre hablamos de opiniones de personas asistentes al festival sin pretender hacer de nuestras afirmaciones una mirada precisa sobre la “realidad latinoamericana” tan diversa como inabarcable. Pretensión obviamente ridícula.
Aquí sin embargo, España está sumida en un desmantelamiento criminal de esa institucionalidad estatal que se entiende, debería responsabilizarse y velar por asegurar las condiciones básicas de la población, de las vidas, sus actividades, su salud, su ocio, su educación, sus condiciones de trabajo, su producción cultural.
Varios países latinoamericanos saben muy bien lo que esto significa y saben igual de bien la reacción política y social que sigue a esa patología enfermiza de la privatización neoliberal descabellada y deshumanizante.

Sobre el estreno de Exitº. Un corto a la carta. Notas al vuelo sobre un menú de cine socialmente exquisito.


“Se necesitan coser 17 distintos vestuarios para la protagonista de Exitº, recrear los interiores de la comisaría donde un trámite de renovación de papeles se convierte en musical, limar los detalles de arte, cerrar los últimos detalles del guión, dar con los últimos figurantes (si te apetece, estás a tiempo, escribe)… para que Adrián Silvestre, director de la película, grite “Acción” y la claqueta suene para poner a rodar a las más de cien personas –equipo técnico y artístico- que trabajan en este experimento que es corto a la carta.”
Así reza uno de los útlimos post del proyecto alojado en el Blog de Intermediae Matadero Madrid.
Un número considerable de gente alrededor de historias reales de mujeres inmigrantes que ellas mismas protagonizan. Un director, Adrián Silvestre, que plantea una forma muy digna de tratar la realidad con muchos e interesantes puntos de fuga en la propiedad del proceso de producción. Una realización que rompe los tópicos: mujeres, inmigrantes, que cuentan sus historias complejas y problemáticas. Puf, ya imaginamos por dónde va. Pero no. No imaginan por dónde va.

El viernes acudimos al estreno de la película Exitº. corto a la carta en la Cineteca de Matadero Madrid.
Que sea una película lo decimos nosotros y quizá ya entraríamos en debate con la intención de su título, que creemos hace alusión más al uso interactivo que ofrece al espectador que a su ingeniosa narrativa .
Exitº Corto a la carta es una colección de casi una veintena de cortos donde luego de ver cada uno, siempre existe una opción de menú en la que los y las espectadoras deben tomar una decisión para continuar.
En el sentido de su uso, es correcto el nombre: elegimos menú.
Pero no lo es en el sentido de su narrativa total. Todos  los cortos hablan de historias de mujeres. Mujeres que fueron llamadas por un casting al que se presentaron muchas, según parece y de las que fueron quedando eso, perdón por la inexactitud, entre unas 15 o 20, la mayoría de las cuales estaban, por supuesto, en el estreno. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cine XXI en marcha. El futuro del cine en la colisión de sus cinematografías internas.


Habíamos dicho de seguir con el diálogo reflejo sobre el texto introductorio del libro Ecuador Bajo tierra, investigación dirigida por Miguel Alvear y con introducción de Christian León.
Aquí y allá. Estos autores reflexionan sobre el cine desde este movimiento de producción subterráneo e informal que se ha desatado en Ecuador pero que también, aseguran, se están produciendo en otras partes de Latinoamérica, y nos consta.
Pero sus percepciones que nacen de lo nacional local para interpelar al cine total, al menos en nuestra reflexión, nos atraviesa de manera intensa porque son reflexiones poco habituales.
Seguimos.
“ La producción y el consumo de imágenes que investigamos nos demostraron que una gran franja de población experimenta el relato audiovisual a través de circuitos, prácticas y
protocolos flexibles que están en permanente recreación. El uso y apropiación de las imágenes se inscribe dentro de interacciones que no están normadas o estandarizadas por los valores, expectativas e instituciones de la cultura y el mercado formal”.
Esto, si bien parte del análisis de aquella producción ecuatoeiana que se articula también en su distribución y consumo a través de pago, es un fenómeno aún inexistente,  en este exprimer mundo que es España (si es que alguna vez lo fue) encontramos ciertos síntomas sociales de los que se retratan en ésta investigación. Inexistente hasta donde podemos saber, al menos. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cine XXI en marcha. La incipiente industria ecuatoriana en el extrarradio del cine y cómo se nos cuela Godard

El viernes nos visitó en el estudio Patricio Burbano, cineasta ecuatoriano que se ha afincado en Madrid, que amablemente se interesó por nuestro trabajo y con el que mantuvimos una interesantísima conversación.

El intercambio nos abrió de lleno al fenómeno del sorprendente cine ecuatoriano actual al margen de la oficialidad que nos ha ocupado el entusiasmo de este fin de semana con la lectura de un libro que recomendamos muy especialmente y al que dedicaremos más de una reflexión seguramente.

Se trata de Ecuador bajo tierra, videografías en paralelo, que responde a una investigación dirigida por el artista Miguel Alvear.

Para resumir antes de empezar el increíble viaje al que nos lleva este libro y las reflexiones introductorias, diremos que se trata de un alto contingente de películas producidas por autodidactas sin formación profesional, de bajísimos presupuestos, interpretadas por personas cualquiera, en ambientes cotidianos, realizadas “fuera de cualquier establishment o institucionalidad reconocida”. Una verdadera industria incipiente, como dicen los autores.

Christian León hace la primera introducción contando su primer contacto con este mundo a partir de un vendedor ambulante que se subió en un bus ofreciendo películas y que al que el autor miraba con recelo desde el “cinéfilo conservador que habita en mi mirada”, tal como lo dice él.

Allí descubrió que promocionaba una película llamada “Pollito 2” de la que miró su tapa con atención y se dio cuenta que era una película indígena. La vio y así nos narra su experiencia.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Cine entre caníbales. Encontrarnos para producir otra cultura.

“Ninguna civilización, cultura o arte ha podido evitar la destrucción de millones de personas. Ni la iglesia Ortodoxa. ni el cristianismo, ni el arte, ni la educación, Nadie pudo evitar, que millones de rusos murieran a manos de sus compatriotas”

Con éstas palabras del director ruso Alexander Sokúrov, acaba el último de los quince capítulos de la Historia del Cine de Mark Cousins.

Una declararción sin duda tan lapidaria como real que nos permite expresar una sensación que impregna éste nuevo comienzo de año.

La Historia del Cine de Mark Cousins (Serie documental y libro), es una mirada sobre la historia de su constante innovación técnica y narrativa. Una especie de repaso sobre los momentos en el que en diferentes películas se produjeron cambios sustanciales en el oficio, al menos bajo la mirada de su autor.

La frase de Sokúrov nos ha remitido al canibalismo político que nos está tocando asumir y que parece no tener límites. ¿Será verdad su tesis, que cada cierto tiempo un grupo bastante reducido de seres humanos de una determinada sociedad se vuelve sobre el resto en una acción depredadora y conducidos posiblemente por su feroz ansiedad por conservar su vida y su situación de vida, hasta provocarles directamente la inanición, cuando no la muerte?

Porque cada día se nos confirma más que aquí se está produciendo algo muy semejante al desahucio generalizado para mandar a una parte importante de la población a la miseria.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Sutil tiranía estética sobre lo social sensible o ¿cómo no perdernos en los laberintos del cine?

Hace unos días tuvimos una nueva sesión con un grupo de jóvenes que están haciendo su corto. Llegaron un día con el interés de hacerlo sobre el tema de “la soledad”. Traían sobre todo imágenes bastante definidas de lo que sería el film. Un corto muy visual que estaría acompañado de algunos textos propios. Un arranque que, de desarrollarse, tendría una narrativa más bien poética. Ahora han comenzado a elaborar un story fotográfico, plano a plano. Una manera muy eficaz de hacer emerger el imaginario, de previsualizarlo con más detalle y que permite planificar mejor el rodaje.

En la última reunión, llegaron con un nuevo miembro y con cierto estado de confusión. El joven que se había integrado es guionista y había hecho ver al resto que a las escenas les hacía falta conclusión, que no decían mucha cosa porque no había una historia clara que contar en ellas.

Habiendo aceptado la carencia que el guionista hizo notar, una parte del grupo entendió que había que replantearse un poco las cosas. Algún comentario lo expresaba con sinceridad y llegando a decir algo así como: está claro que no tenemos idea de cine, así que será mejor revisar lo que tenemos.

El debate se extendió en función de si había necesidad de abordar esas “carencias” claras que remarcaba el compañero guionista.


Luego de un rato de rodear esta discusión y de sentir cierto grado de confusión en el grupo, los miembros del colectivo hicimos un diagnóstico en voz alta de lo que creíamos que estaba pasando. Más allá de las personas, para nosotros se daba una vez más un conflicto habitual entre un saber específico, de especialista y un supuesto “no saber” amateur, profano.