Esta semana, el secretario de cultura José María Lassalle explicaba las ideas sobre el cine en una escueta e intrigante entrevista publicada por el País. Dijo lo siguiente: “No solo hay que pensar en el cine como creación, sino como negocio. Si a los norteamericanos y a los brasileños les ha ido bien, tendríamos que ser capaces de explorar esto... no podemos poner sobre la mesa todos los años 400 millones de euros para apoyar al cine, como Francia.”.
Como es tal la deficiencia de información del gobierno, solo queda hacer conjeturas sobre su oscuro discurso para saber qué es lo que van a hacer. La persecución, penalización y castigo que supone la Ley Sinde a la circulación de obras ya la conocemos. El desentendimiento público de todo lo cultural en cuanto a inversiones que supone la Ley del Mecenazgo también. Parece que la conservación de los grandes centros oficiales y museos, les interesan para no admitir la desaparición cultural de Espáñiga y dejar al menos el folklorismo seudointelectual de las élites. Bien.
Y ahora nos presentan las perspectivas para el cine. Vamos a analizar el plan.
Frase 1: "No solo hay que pensar en el cine como creación, sino como negocio".
El “no solo” da la impresión de afirmar que “solo se piensa o que habitualmente entendemos “el cine como creación”. Es la única forma de entender como una manera de proposición, lo que sigue en la frase, como si fuera una ampliación de miras que nos propone al decir, “hay que pensar”, ( además, aparte, “no solo”) “en el cine como negocio”.
Máquina del tiempo. Haga el lector un viajecito así, de unos segundos, por la máquina del tiempo hacia atrás, (es apenas un siglo y poco la historia del cine y solo le lleva unas décimas de segundos), y verá que de este oficio, si algo se nos ha dicho y algo hemos vivido de manera abrumadora es justamente su dimensión y operativa de negocio.
En todo caso los diferentes enfoques disidentes, han querido sin éxito de importancia, arrebatarle al cine su casi único sentido de negocio desde que Ricciotto Canudo le diera el estatuto de Séptimo Arte en su Manifiesto de las Siete Artes, escrito en 1911 y publicado en enero de 1914. Porque creación, así como dice el Sr. secretario de cultura, en realidad, el cine siempre lo es, aunque sea esta industrial. Primera estrategia de su plan: que van a seguir pensando en qué hacer con el negocio del cine y con el cine entendido como negocio. Vamos, que no hay plan aparte del recorte.
Frase 2: "Si a los norteamericanos y a los brasileños les ha ido bien, tendríamos que ser capaces de explorar esto..."
Mmmmm. Bien, ya tenemos los modelos en que están pensando. ¿El norteamericano y el brasileño? Del modelo brasileño, la verdad, algunos especialistas suponemos que tendrán más ideas y nos podrán instruir al resto de los mortales. ¿A qué se refiere? ¿A la Red Globo, una de las cadenas de producción más importante del mundo? Porque seguro que a el cine indígena del Amazonas, Video nas aldeias, del que siempre hablamos como modelo a seguir, pues, seguro que no.
Dada nuestra ignorancia sobre el modelo brasileño, nos podemos centrar más en el norteamericano, que al menos conocemos de oídas y como colonizados. Dando por supuesto que se refiere al cine de EEUU y no a de Canadá que también es norteamericano, de donde, por cierto, siempre nos ha interesado el modelo de producción de los indígenas Inuit, pues, creemos que se refiere al modelo de EEUU y específicamente al paradigmático cine hollywoodense. Bien. Ya nos centramos un poco. Está la Secretaría de Estado diciéndonos que el modelo de Hollywood será nuestro futuro.
Porque las razones las da y no podemos ocultarlas con malicia: dado que “a los norteamericanos y brasileños les ha ido bien”. Parece una razón escueta pero creemos que cualquier ciudadano lo entiende, es bastante pedagógico. Seguiremos un modelo "que haya ido bien", porque, "si a ellos les fue bien", dice Lasalle...”tendríamos que ser capaces de explorar esto”.
Y aquí queremos detenernos en esta frase porque creemos que revela muchas más cosas de las que parece. Disculpen ustedes, pero es que de una frase debemos sacar una política cinematográfica y no se piensen que es fácil. Seguimos.
No dice que lo vayamos a hacer sino “que tendríamos que ser capaces de explorar esto”. Deberíamos ser capaces (los españoles entendemos) de explorar estos modelos.
Centremonos en el modelo norteamericano del que suponemos que habla, la industria de Hollywood.
Máquina del tiempo: unos segundos más para atrás y no se moleste el o la lectora con tanto viaje, pero se trata de adivinar el cine que nos espera.
Viaje en el tiempo y dando por evidente que no tenemos ese modelo ya que lo debemos explorar, habrá que remontarse a los momentos de su constitución. No se puede construir un modelo de la nada, así porque sí y por tener mayoría absoluta. Digamos que nos detemos en nuestro viaje en.....¿1908-1915?.
Douglas Gomery cuenta que desde 1908, existió aquel “Trust perverso”, la Motion Picture Patents Company surgida de acuerdos “cuando los principales productores cinematográficos y fabricantes de cámaras y proyectores se unieron para formar un cártel dirigido a fijar los precios del material cuya fabricación estaba exclusivamente en sus manos.” Fue una operación de control monopolista “levantando barreras comerciales de carácter artificial y deteniendo el libre flujo de equipos y películas, para después, fijar unos precios artificialmente altos y hacerse con los beneficios correspondientes”.
Curioso panorama ¿no?. Aún no ha nacido Hollywood, el modelo del Sr. Lasalle, y el ambiente estaba así de calentito entre independientes por un lado y monopolistas por otro, que persiguieron policial y judicialmente a todo el que se atreviera a desafiar tal sistema de control.
¿Estará el Secretario de Estado leyendo la situación actual con la misma agudeza y pronosticando el nacimiento de su modelo dado el obsesivo control represor y la criminalización a todo intercambio de películas y obras culturales?
Veamos.
¿Quiénes eran esos independientes? Saltamos de libro de historia y nos vamos con Antonio Santos (disculpen pero es que si uno es un ignorante tiene que recurrir a estos señores que han leído un poco más) y éste nos dice: “Como tantas otras veces, la historia se nutre de paradojas: los forjadores del Imperio de Hollywood... fueron en su totalidad inmigrantes centroeuropeos. Su historial es sorprendentemente uniforme: todos ellos provienen de clases humildes; son judíos, y compensan su escasa formación con un agudo instinto empresarial... los húngaros Adolph Zukor y William Fox (estudios Paramount y Fox), los hermanos polacos Warner y Samuel Goldfish (Goldwyn)” y varios más que nombra.
Bueno, otro ingrediente que seguro está leyendo el Sr. Lasalle. ¡Inmigrantes emprendedores!
Ya tenemos el ambiente de persecución monopolista. Solo nos faltan los inmigrantes judíos. Pero, claro, es otro contexto. ¿Bastará con que solo sean inmigrantes y no estrictamente judíos? Porque si es por inmigrantes, vamos, que montamos no un Hollywood sino dos o tres.
Pero se nos mezclan las cosas.
Saltemos de libro y autores: "El nuevo Hollywood" (Toby Miller, Nitin Govil, John McMurria, Richard Maxwell)
Dicen éstos: “Hollywood aparece en prácticamente todas las descripciones de los efectos de la globalización -las de la derecha, las de la izquierda y las de la tercer vía- como un indicador flotante, una suerte de humo que surge de los fuegos económicos de la exitosa cruzada que Estados Unidos ha emprendido para convertir el mundo al capitalismo”.
Esto sí que podría revelarnos las verdaderas intenciones de Secretario Lassalle hasta producirnos verdadero vértigo industrial.
Tenemos el ambiente de persecución monopolista, los inmigrantes y ahora, estas altísimas intenciones. Hollywood solo se entiende en su complejidad histórica, económica, política. Entendemos que nuestro secretario lo sabe a la perfección. Entonces, cabe pensar que para que pueda surgir un modelo como el norteamericano, debe haber un contexto y unas condiciones como las norteamericanas. Por tanto ¡Habrá que cambiar radicalmente el país! Y esto puede ser revelador porque quizá el Sr. Lassalle que ya sabe los ocultos planes del Rajoy y su gabinete, tenga claro que piensan convertir a España en un país “que emprenda una cruzada exitosa para convertir al mundo al capitalismo!!!!!! Sin darnos cuenta, a través del modelo cinematográfico, hemos podido deducir que van a convertir a España en la primer potencia capitalista mundial y por eso seguramente (increíble y excitante) el secretario está vaticinando ya el modelo cinematográfico que va a surgir de tan profunda transformación del país.
Podríamos agregar un indiscutido dato más. Sabemos que el verdadero y definitivo reinado del modelo Hollywood, se benefició y afirmó de manera decisiva a partir de la Primer Guerra mundial y que su esplendor tendrá como escenario privilegiado para su expansión el período de entreguerras. Digamos que es un modelo que respiró y respira fantásticamente bien la confrontación bélica a gran escala.
Suponemos, entonces, que para “explorar” este modelo del Sr. Lassalle, en los precisos planes del gobierno popular, tendrán incluso calculado el actual y futuro escenario de guerras presentes y venideras para fortalecer su modelo cinematográfico.
No salimos de nuestro asombro.
Hemos obviado poner los otros ingredientes que fueron conformando el modelo hollywoodense a seguir, como pueden ser sus estrechos vínculos con la banca, el propio belicismo en el campo de la legislación del comercio y la cultura mundial, elementos todos que fueron conformando el modelo que nos propone nuestro secretario de cultura.
Pero claro, hemos de confesarlo, nuestras deducciones no son del todo fiables.
Primero, el Sr Lassalle y sus colegas de clase política son los que han caldeado el ambiente monopolista de persecución y cárcel a todo independiente que atente contra los beneficios privados del copyright corporativo de los magnates y la cultura en general. Como eco repetidor de los designios internacionales, de !oh!, la industria estadounidense sobre todo. Digamos que son, en realidad, lacayitos del “Trust perverso actual”. No puede liderar a los independientes. Se nos cae, entonces, el primer argumento.
Segundo, si los independientes van a formar el nuevo modelo cinematográfico y estos deben ser inmigrantes, pues esto nos toca muy de cerca y nos entra un cierto escozor. Nuestro colectivo está compuesto por varios inmigrantes y estamos diseñando un modelo de cine. ¿Acaso el Sr. Lassalle ha descubierto nuestras intenciones y piensa darnos todo su apoyo? No hemos pensado nosotros en términos de conquista planetaria, claro. Tendríamos que replantearnos todas nuestras posturas. O ¿Traerá el Secretario de Cultura algunos ciudadanos judíos para poner en marcha su proyecto a pesar de la difícil situación de Medio Oriente? No hay claridad en este argumento.
Tercero. Si el plan de gobierno es transformarse en la primer potencia mundial y convertir el mundo al capitalismo (como excusa para generar el modelo de cine que le corresponde a un imperio, no por otra cosa) pues parece evidente que tendría que entrar en conflicto serio con EEUU. A consecuencia, éste nos invadiría en menos de lo que cante un gallo (uno de los pocos que van a quedar en el país después de los recortes y que le decimos juanito). Y nos invaden los norteamericanos militarmente, no habrá necesidad de hacer ninguna industria de cine siguiendo su modelo porque eso ya está hecho. Así que se nos cae otro argumento.
En definitiva, no sabemos qué decir. Al final, estamos como al principio, claro. Eso nos pasa por hacernos los listos y querer descifrar los planes PP a través de sus discursos.
Ahí los dejamos. No vamos a perder más tiempo. Vamos a seguir diseñando el nuevo modelo de cine que es en lo que estábamos cuando nos interrumpió el Sr. Lassalle. Ya conocemos el ambiente de persecución cultural, somos independientes y en nuestro colectivo hay varios inmigrantes. No vamos re-inventar Hollywood pero estamos seguros que algo haremos. Después de todo, ya lo habíamos escrito alguna vez, “Cualquier lugar puede ser Hollywood”.
Como es tal la deficiencia de información del gobierno, solo queda hacer conjeturas sobre su oscuro discurso para saber qué es lo que van a hacer. La persecución, penalización y castigo que supone la Ley Sinde a la circulación de obras ya la conocemos. El desentendimiento público de todo lo cultural en cuanto a inversiones que supone la Ley del Mecenazgo también. Parece que la conservación de los grandes centros oficiales y museos, les interesan para no admitir la desaparición cultural de Espáñiga y dejar al menos el folklorismo seudointelectual de las élites. Bien.
Y ahora nos presentan las perspectivas para el cine. Vamos a analizar el plan.
Frase 1: "No solo hay que pensar en el cine como creación, sino como negocio".
El “no solo” da la impresión de afirmar que “solo se piensa o que habitualmente entendemos “el cine como creación”. Es la única forma de entender como una manera de proposición, lo que sigue en la frase, como si fuera una ampliación de miras que nos propone al decir, “hay que pensar”, ( además, aparte, “no solo”) “en el cine como negocio”.
Máquina del tiempo. Haga el lector un viajecito así, de unos segundos, por la máquina del tiempo hacia atrás, (es apenas un siglo y poco la historia del cine y solo le lleva unas décimas de segundos), y verá que de este oficio, si algo se nos ha dicho y algo hemos vivido de manera abrumadora es justamente su dimensión y operativa de negocio.
En todo caso los diferentes enfoques disidentes, han querido sin éxito de importancia, arrebatarle al cine su casi único sentido de negocio desde que Ricciotto Canudo le diera el estatuto de Séptimo Arte en su Manifiesto de las Siete Artes, escrito en 1911 y publicado en enero de 1914. Porque creación, así como dice el Sr. secretario de cultura, en realidad, el cine siempre lo es, aunque sea esta industrial. Primera estrategia de su plan: que van a seguir pensando en qué hacer con el negocio del cine y con el cine entendido como negocio. Vamos, que no hay plan aparte del recorte.
Frase 2: "Si a los norteamericanos y a los brasileños les ha ido bien, tendríamos que ser capaces de explorar esto..."
Mmmmm. Bien, ya tenemos los modelos en que están pensando. ¿El norteamericano y el brasileño? Del modelo brasileño, la verdad, algunos especialistas suponemos que tendrán más ideas y nos podrán instruir al resto de los mortales. ¿A qué se refiere? ¿A la Red Globo, una de las cadenas de producción más importante del mundo? Porque seguro que a el cine indígena del Amazonas, Video nas aldeias, del que siempre hablamos como modelo a seguir, pues, seguro que no.
Dada nuestra ignorancia sobre el modelo brasileño, nos podemos centrar más en el norteamericano, que al menos conocemos de oídas y como colonizados. Dando por supuesto que se refiere al cine de EEUU y no a de Canadá que también es norteamericano, de donde, por cierto, siempre nos ha interesado el modelo de producción de los indígenas Inuit, pues, creemos que se refiere al modelo de EEUU y específicamente al paradigmático cine hollywoodense. Bien. Ya nos centramos un poco. Está la Secretaría de Estado diciéndonos que el modelo de Hollywood será nuestro futuro.
Porque las razones las da y no podemos ocultarlas con malicia: dado que “a los norteamericanos y brasileños les ha ido bien”. Parece una razón escueta pero creemos que cualquier ciudadano lo entiende, es bastante pedagógico. Seguiremos un modelo "que haya ido bien", porque, "si a ellos les fue bien", dice Lasalle...”tendríamos que ser capaces de explorar esto”.
Y aquí queremos detenernos en esta frase porque creemos que revela muchas más cosas de las que parece. Disculpen ustedes, pero es que de una frase debemos sacar una política cinematográfica y no se piensen que es fácil. Seguimos.
No dice que lo vayamos a hacer sino “que tendríamos que ser capaces de explorar esto”. Deberíamos ser capaces (los españoles entendemos) de explorar estos modelos.
Centremonos en el modelo norteamericano del que suponemos que habla, la industria de Hollywood.
Máquina del tiempo: unos segundos más para atrás y no se moleste el o la lectora con tanto viaje, pero se trata de adivinar el cine que nos espera.
Viaje en el tiempo y dando por evidente que no tenemos ese modelo ya que lo debemos explorar, habrá que remontarse a los momentos de su constitución. No se puede construir un modelo de la nada, así porque sí y por tener mayoría absoluta. Digamos que nos detemos en nuestro viaje en.....¿1908-1915?.
Douglas Gomery cuenta que desde 1908, existió aquel “Trust perverso”, la Motion Picture Patents Company surgida de acuerdos “cuando los principales productores cinematográficos y fabricantes de cámaras y proyectores se unieron para formar un cártel dirigido a fijar los precios del material cuya fabricación estaba exclusivamente en sus manos.” Fue una operación de control monopolista “levantando barreras comerciales de carácter artificial y deteniendo el libre flujo de equipos y películas, para después, fijar unos precios artificialmente altos y hacerse con los beneficios correspondientes”.
Curioso panorama ¿no?. Aún no ha nacido Hollywood, el modelo del Sr. Lasalle, y el ambiente estaba así de calentito entre independientes por un lado y monopolistas por otro, que persiguieron policial y judicialmente a todo el que se atreviera a desafiar tal sistema de control.
¿Estará el Secretario de Estado leyendo la situación actual con la misma agudeza y pronosticando el nacimiento de su modelo dado el obsesivo control represor y la criminalización a todo intercambio de películas y obras culturales?
Veamos.
¿Quiénes eran esos independientes? Saltamos de libro de historia y nos vamos con Antonio Santos (disculpen pero es que si uno es un ignorante tiene que recurrir a estos señores que han leído un poco más) y éste nos dice: “Como tantas otras veces, la historia se nutre de paradojas: los forjadores del Imperio de Hollywood... fueron en su totalidad inmigrantes centroeuropeos. Su historial es sorprendentemente uniforme: todos ellos provienen de clases humildes; son judíos, y compensan su escasa formación con un agudo instinto empresarial... los húngaros Adolph Zukor y William Fox (estudios Paramount y Fox), los hermanos polacos Warner y Samuel Goldfish (Goldwyn)” y varios más que nombra.
Bueno, otro ingrediente que seguro está leyendo el Sr. Lasalle. ¡Inmigrantes emprendedores!
Ya tenemos el ambiente de persecución monopolista. Solo nos faltan los inmigrantes judíos. Pero, claro, es otro contexto. ¿Bastará con que solo sean inmigrantes y no estrictamente judíos? Porque si es por inmigrantes, vamos, que montamos no un Hollywood sino dos o tres.
Pero se nos mezclan las cosas.
Saltemos de libro y autores: "El nuevo Hollywood" (Toby Miller, Nitin Govil, John McMurria, Richard Maxwell)
Dicen éstos: “Hollywood aparece en prácticamente todas las descripciones de los efectos de la globalización -las de la derecha, las de la izquierda y las de la tercer vía- como un indicador flotante, una suerte de humo que surge de los fuegos económicos de la exitosa cruzada que Estados Unidos ha emprendido para convertir el mundo al capitalismo”.
Esto sí que podría revelarnos las verdaderas intenciones de Secretario Lassalle hasta producirnos verdadero vértigo industrial.
Tenemos el ambiente de persecución monopolista, los inmigrantes y ahora, estas altísimas intenciones. Hollywood solo se entiende en su complejidad histórica, económica, política. Entendemos que nuestro secretario lo sabe a la perfección. Entonces, cabe pensar que para que pueda surgir un modelo como el norteamericano, debe haber un contexto y unas condiciones como las norteamericanas. Por tanto ¡Habrá que cambiar radicalmente el país! Y esto puede ser revelador porque quizá el Sr. Lassalle que ya sabe los ocultos planes del Rajoy y su gabinete, tenga claro que piensan convertir a España en un país “que emprenda una cruzada exitosa para convertir al mundo al capitalismo!!!!!! Sin darnos cuenta, a través del modelo cinematográfico, hemos podido deducir que van a convertir a España en la primer potencia capitalista mundial y por eso seguramente (increíble y excitante) el secretario está vaticinando ya el modelo cinematográfico que va a surgir de tan profunda transformación del país.
Podríamos agregar un indiscutido dato más. Sabemos que el verdadero y definitivo reinado del modelo Hollywood, se benefició y afirmó de manera decisiva a partir de la Primer Guerra mundial y que su esplendor tendrá como escenario privilegiado para su expansión el período de entreguerras. Digamos que es un modelo que respiró y respira fantásticamente bien la confrontación bélica a gran escala.
Suponemos, entonces, que para “explorar” este modelo del Sr. Lassalle, en los precisos planes del gobierno popular, tendrán incluso calculado el actual y futuro escenario de guerras presentes y venideras para fortalecer su modelo cinematográfico.
No salimos de nuestro asombro.
Hemos obviado poner los otros ingredientes que fueron conformando el modelo hollywoodense a seguir, como pueden ser sus estrechos vínculos con la banca, el propio belicismo en el campo de la legislación del comercio y la cultura mundial, elementos todos que fueron conformando el modelo que nos propone nuestro secretario de cultura.
Pero claro, hemos de confesarlo, nuestras deducciones no son del todo fiables.
Primero, el Sr Lassalle y sus colegas de clase política son los que han caldeado el ambiente monopolista de persecución y cárcel a todo independiente que atente contra los beneficios privados del copyright corporativo de los magnates y la cultura en general. Como eco repetidor de los designios internacionales, de !oh!, la industria estadounidense sobre todo. Digamos que son, en realidad, lacayitos del “Trust perverso actual”. No puede liderar a los independientes. Se nos cae, entonces, el primer argumento.
Segundo, si los independientes van a formar el nuevo modelo cinematográfico y estos deben ser inmigrantes, pues esto nos toca muy de cerca y nos entra un cierto escozor. Nuestro colectivo está compuesto por varios inmigrantes y estamos diseñando un modelo de cine. ¿Acaso el Sr. Lassalle ha descubierto nuestras intenciones y piensa darnos todo su apoyo? No hemos pensado nosotros en términos de conquista planetaria, claro. Tendríamos que replantearnos todas nuestras posturas. O ¿Traerá el Secretario de Cultura algunos ciudadanos judíos para poner en marcha su proyecto a pesar de la difícil situación de Medio Oriente? No hay claridad en este argumento.
Tercero. Si el plan de gobierno es transformarse en la primer potencia mundial y convertir el mundo al capitalismo (como excusa para generar el modelo de cine que le corresponde a un imperio, no por otra cosa) pues parece evidente que tendría que entrar en conflicto serio con EEUU. A consecuencia, éste nos invadiría en menos de lo que cante un gallo (uno de los pocos que van a quedar en el país después de los recortes y que le decimos juanito). Y nos invaden los norteamericanos militarmente, no habrá necesidad de hacer ninguna industria de cine siguiendo su modelo porque eso ya está hecho. Así que se nos cae otro argumento.
En definitiva, no sabemos qué decir. Al final, estamos como al principio, claro. Eso nos pasa por hacernos los listos y querer descifrar los planes PP a través de sus discursos.
Ahí los dejamos. No vamos a perder más tiempo. Vamos a seguir diseñando el nuevo modelo de cine que es en lo que estábamos cuando nos interrumpió el Sr. Lassalle. Ya conocemos el ambiente de persecución cultural, somos independientes y en nuestro colectivo hay varios inmigrantes. No vamos re-inventar Hollywood pero estamos seguros que algo haremos. Después de todo, ya lo habíamos escrito alguna vez, “Cualquier lugar puede ser Hollywood”.
PD: la próxima semana prometemos seguir con cosas interesantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario