lunes, 25 de julio de 2011

El 15-M es un estado de conciencia y afectación. Las voces incontenibles de un movimiento que sigue atravesando vidas. La cámara a la plaza.

Estuvo bien este tiempo de aparente ausencia del 15-M en primera plana. Estuvo tan bien que fue solo apariencia. En mitad de este espejismo en que los medios se dedicaron a otra cosa, sentíamos el hervidero de anónimas interrupciones de deshaucios y puntuales movilizaciones. Pero también hemos presenciado el desplome de los mafiosillos de la SGAE y el desparramo de artistas exprogres corriendo desconcertados a los grititos por los pasillos diciendo “pero ¿qué ha pasao? y escribiendo por las noches manifiestitos mientras se alertaban como niñatos asustados unos a otros diciendo: “qué viene la guardia civil, joder, qué nos quitan el chollo!. En medio empiezan a aparecer averías en el imperio mediático de Murdoch, donde teníamos escondido al hitlercito español enredado en las telarañas de sus mafias.

lunes, 18 de julio de 2011

¿Hacia otro tipo de producción cultural? Pero... ¿cuándo hablaremos del Autor?



Varias y diversas tertulias de las últimas semanas nos provocan estas reflexiones.
La Autoría, el Autor, a la que nosotros contraponemos la Sinautoría, el Sinautor, a veces se hace un nudo complejo y resistente, hasta irritante diríamos, que parece taponar una de las vías de apertura a cambios profundos en la producción cultural.
Tres anotaciones previas:
1) La Autoría es una potencia de creación que es parte del ser humano, de todas las personas aunque en diferentes medidas, cualidades y aptitudes. Potencia que nos lleva a transformar o crear cosas y materiales de nuestro alrededor con sentido estético, re-creador, inventivo, fundador, provocador, para afectarnos y afectar.
2) La Autoría está determinada por la circunstancia social, política y económica en la que vivimos. Nos facilitan o nos impiden el ejercicio de nuestra potencia autoral.

lunes, 11 de julio de 2011

Plató-Mundo. A las afueras de la ciudad de Seahaven, el cine del futuro.

Muchos recordarán la película de Peter Weir, El Show de Truman, un film que muestra un monumental reality donde toda la ciudad de Seahaven es en realidad un gigantesco plató en la que la totalidad de los habitantes, menos el protagonista, Truman, única vida real, son actores y actrices en función de un guión televisivo dirigido por un productor ejecutivo llamado Cristof. La película muestra el funcionamiento de un programa de televisión emitido a todo el mundo en el que la vida de ese único protagonista real, era transmitida en directo desde su nacimiento y sin que él lo supiera.

domingo, 3 de julio de 2011

De lo viejo y lo nuevo. De lo esperpéntico y lo posible. Más notas sobre el cine del siglo XXI.

Quienes asistimos a asambleas de cientos e inclusos miles de personas donde muchas de ellas se pronunciaron sobre una propuesta concreta y donde el proceso de llegar a una decisión colectiva de consenso pasa por escuchar matices o disensos durante horas, sabemos que una cantidad de personas solo necesitan métodos precisos y sobre todo tiempo, mucho tiempo para la escucha activa, como se ha dicho muchas veces, que den como resultado la participación responsable en la toma de las decisiones.
Ahora lo sabemos, los métodos de participación, la operativa, debe estar muy clara como lo han estado en las formas de operar de las asambleas que hemos vivido en el 15-M de Sol y de los barrios.