domingo, 26 de agosto de 2012

Colectividades sociales de cine con fondo de aire rojo.

Aunque este mes de agosto estamos de ordenamiento interno y preparación de la segunda fase de pre-producción que llevará hasta diciembre, diariamente siguen apareciendo personas ya sea para informarse, ofrecer colaboración o directamente plantear la realización de una película.


A veces nuestro Estudio Abierto se convierte momentáneamente en una especie de consultorio cinematográfico. Cuando aparecen personas con el fin de colaborar, la conversación deriva al tema cinematográfico y cuando llegan para participar, con sus ideas y narrativas, vivencias, sentimientos y emociones la conversación de cine deriva en asuntos sobre la propia vida y la realidad.

Todo esto es lo que está actualmente alimentando ese objetivo fundamental del Cine sin Autor que imaginamos desde el principio de nuestro trabajo: que la materia prima principal de donde emergen las películas sea el imaginario social y no el de los especialistas.

Pero ¿cómo organizar todo esto? debatíamos ésta semana.


En este momento de tan aguda crisis de nuestro imaginario como sociedad, devastado por el crimen político y la servidumbre a las finanzas, hacer películas desde el sentir y protagonismo social se impone como algo complejo.

domingo, 19 de agosto de 2012

Géneros cinematográficos en el Juego social de la producción

¿De dónde vienen los géneros? es la pregunta que Rick Altman se hace en el capítulo 3 del libro (Géneros Cinematográficos) que venimos merodeando desde hace 3 semanas para provocarnos reflexión y mejorar nuestro trabajo.

Si a alguien se le ocurre en el descanso veraniego ir a alguna gran superficie o incluso a un video club, habrán visto muchas veces que la sección de cine está generalmente dividida por, digamos, nombres genéricos: western, comedia, musical, cine de autor, aventuras, cine clásico... o a una organización de las estanterías según algunas de las estrellas más famosas o directores más reconocidos...

Lógico y didáctico para que en caso de querer llevarnos una película, algo bastante poco habitual ya, pues no nos pasemos todo el día buscando la que nos interesa.

Esa simple colocación de los escaparates de venta, nos pone a tono con ciertas afirmaciones que va haciendo Rick Altman para hablar de la lógica de creación de los géneros.

“Se suele considerar que los géneros sistematizan sin mayores problemas los procesos de producción y recepción”. Algo que el autor va a ir “desestabilizando” (es su palabra) durante el libro para demostrar que nada es tan estático como parece aunque haya en ello una verdad de fondo.

“Todo sistema genérico está constituido por una red interconectada de grupos de usuarios y las instituciones que le dan apoyo, donde cada cual utiliza el género para satisfacer sus propias necesidades y deseos”, nos dice.

¡ “Procesos de producción y recepción...”!

Pensemos, entonces, los géneros, como un territorio simbólico y a la vez un sistema de actividades, una serie de convenciones que relacionan productores y receptores, un ámbito de relaciones de producción y expectación donde las personas implicadas suelen cruzar intereses, deseos, fantasías, emociones, empatías ideológicas, etc. a través del visionado de una película producida por los primeros.

domingo, 12 de agosto de 2012

Géneros cinematográficos en el Big Bang del cine.


Como habíamos dicho, seguimos tomando como excusa ordenada la lectura del libro de Rick Altman, “Los géneros cinematográficos” para poder reflexionar desde nuestros postulados y nuestra práctica una manera de explorar nuevos caminos a la hora de construir cine desde el imaginario social de la gente común.

10 afirmaciones aparecen en el segundo capítulo del libro respondiendo a la pregunta ¿Qué se suele entender por género cinematográfico?

Como éstas reflexiones no tienen interés alguno de enseñar lo ya escrito sino de abrirnos paso ante ello para llegar a otros postulados más propios de nuestra concepción de cine y nuestra práctica, solo los enumeraremos remarcando que el propio Altman dice de ellos que “no todos los métodos o conclusiones presentados en este capítulo están en concordancia con mis propias ideas. En realidad, a lo largo de la presente obra propondremos alternativas a muchas de las actitudes descritas a continuación:



1) El género es una categoría útil, porque pone en contacto múltiples intereses.

2) La industria cinematográfica define los géneros, la masa de espectadores los reconoce

3) Los géneros tienen identidades y fronteras precisas y estables

4) Cada película pertenece, íntegra y permanentemente, a un solo género

5) Los géneros son transhistóricos

6) Los géneros siguen una evolución predecible

7) Los géneros se localizan en un tema, una estructura y un corpus concreto

8) Las películas de género comparten ciertas características fundamentales

9) La función de los géneros es ritual o ideológica

10) Los críticos de los géneros están dístanciados de la práctica de los géneros".


Sabemos que su sola enumeración no es suficiente para entrar en debate, pero nos interesa al menos enumerarlas porque este corpus de afirmaciones constituyen una panorámica elegida como resultado de los años de estudio del autor.

domingo, 5 de agosto de 2012

Géneros cinematográficos a pie de calle. Notas sobre la autogestión social de la imaginación.

Algunos temas, porque se tornan recurrentes en la práctica, debemos empezar a abordarlos de manera más profunda.
A medida que nos internamos en el contacto con la gente crece la sensación de que avanzar por el imaginario social se convierte en una verdadera aventura donde, sin brújula, debemos atravesar el territorio selvático del imaginario social.
¿Qué compone realmente el mundo imaginativo de quienes nunca lo representan? El déficit de imaginación va ligado en gran parte a la sobreocupación por la cada vez más angustiosa sobrevivencia. Imaginar, imaginar bien queremos decir, conlleva tiempo. Cuando queremos o necesitamos cambiar de situación, trabajo, sitio, etc, solemos decir que “necesitamos “darle una vuelta”, “tenemos que pensarlo”, es decir, que hay que dedicarle un tiempo interior para concebir una nueva situación en la que rediseñarnos.
Si lo pensamos en términos sociales, es obvio que las circunstancias actuales de éste país nos han llevado vertiginosa y cruelmente del síntoma al diagnóstico y del diagnóstico a la reacción. Quizá la etapa más inmediata de todo proceso de cambio. La decisión y organización, la puesta de medios para alcanzar la nueva situación es lo más difícil, lo más maduro y lo únicamente eficaz a la larga.