El viernes conversábamos en la sala Youkali sobre Autor, Sinautoría y Multiautoría entre un pequeño grupo de personas.
Como siempre, cada quién compartíamos desde nuestro punto de vista estos temas.
Vamos a centrarnos en algunas dudas sobre nuestros enunciados porque son las que posibilitan crecer.
Concretamente se planteaba la duda o afirmación sobre “la hipervaloración del cualquiera” que nosotros, parece que hacemos a la hora de ubicar a la gente no especializada en cine como productor, director, protagonista, guionista, gestor de las historias. Siempre insistimos a quienes nos conocen sin que hayan podido participar de nuestras experiencias, que las ideas, en definitiva, son muy pobres para lo que realmente vivimos. Pero aún así son necesarias.
Esa “hipervaloración de los cualquiera” se vinculaba a una posible falta de “profundidad” en la creación colectiva. Que no por ser democrática, se decía, tiene por qué tener, digamos, una cierta calidad: no se podría haber escrito el capital de Marx en colectivo, por citar el ejemplo que se mencionó, dejando ver que eso es una tarea profunda, un trabajo que requiere tenacidad, dedicación de una o muy pocas personas. Quien dice Marx y el Capital, era solo un ejemplo, dice cualquier película de esas que llamamos obras maestras que nos hacen pensar, nos conmueven o incluso admiramos.
El tema que subyace a esta duda, parece ser, una vez más, la oposición que se establece entre el “minoritarismo autoral especializado” que se enfrenta, de alguna manera, al resto de la sociedad, a ese gran resto de personas que no se dedican a lo mismo.
Una especie de oposición negativa donde ese resto de personas aparece siempre como amenaza en el “buen desarrollo” de las ideas personales de cierto sector que, dedicados al asunto de crear, pensar, investigar, alcanzarán otros niveles de luminosidad, profundidad y calidad (o como quiera llamársele) en la obra que realicen, siempre que no se vean interferidos, obstaculizados, por “el resto de los cualquiera”.
Esta oposición que aparece en los tres debates en que participamos en el último mes y medio suponemos que viene del campo de las experiencias de cada quien, de las malas, suponemos, o del fomentado temor a abandonar los territorios del “minoritarismo autoral espercializado” en el terreno cultural.