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lunes, 6 de mayo de 2013

¿Hacemos una peli? Formato Plató-pueblo de Cine sin Autor y los detalles de una utopía discretamente posible.


Este fin de semana estuvimos en la localidad de Blanca en Murcia, en el rodaje final de ¿hacemos una peli?, una película de Cine sin Autor que arrancó en octubre del año pasado cuando nuestra compañera Helena de Llanos se trasladó allí haciendo uso de una de las dos residencias para artistas que el Ayuntamiento de la localidad había ofrecido.
Sin más apoyo oficial que el del alojamiento, que ni siquiera estuvo listo cuando se trasladó Helena hacia allí, nuestra compañera comenzó esta aventura que terminó en el fin de semana su etapa de rodajes.
Una primer convocatoria por carteles pegados por el pueblo convocó al primer grupo de personas con lo cual se dio arranque al proceso. Desde el primer momento se formó un equipo de colaboradores y colaboradoras que acudieron desde Madrid y desde Murcia gracias al apoyo de Virginia Villaplana, docente universitaria de aquella ciudad que facilitó la conexión de la experiencia con algunos de sus alumnos. La gente del lugar y un grupo de colaboradores entregados formaron un colectivo que durante 8 meses han estado sin parar imbuidos en sesiones de narrativa, rodajes y visionados, un coctel cinematográfico de altísima y desbordante intensidad que llegó a apuntar en sus listas de personas vinculadas a más de 150 habitantes de una población cercana a las seis mil.
Este fin de semana, asistimos al rodaje del plano final de una narrativa en lo alto del castillo. 
El sábado, cuando estábamos por aparcar en el parking frente al ayuntamiento, una enorme pizarra en una vereda nos anunciaba las últimas sesiones y los últimos rodajes.
A las 9 de la mañana del domingo, alrededor 30 personas, mujeres mayores y jóvenes, hombres y niños, se juntaban frente a la iglesia para iniciar un camino empinado de estrechas escaleras, donde, en procesión, veíamos subir a diferentes velocidades y según la edad, la ruta hacia el castillo donde se rodaba  el plano final que acabó bajo cámaras en una desbordante comilona de especialidades culinarias caseras.

domingo, 24 de junio de 2012

Sociología para un nuevo imaginario. Cuatro preguntas concretas para atravesar el cine.

En la última parte de la presentación del primer visionado que hicimos en la Fábrica de Cine sin Autor en Intermediae Matadero Madrid, quisimos hacer hincapié en el asunto de la producción y del aspecto económico del proyecto.
Se podía leer con claridad entre quienes asistieron a la sesión, al menos cuatro categorías de personas si miramos su relación con la producción:
a) el equipo de Intermediae Matadero, quienes han dado desde la institución la posibilidad de que la Fábrica opere allí. Un equipo de asalariados y asalariadas del ayuntamiento de Madrid. Su relación con la producción es múltiple. Por un lado artística (por su concepción de la producción cultural que les ha hecho optar por un proyecto así), económica (trabajan como profesionales de las artes a cambio de dinero) institucional (vinculados a una institución pública) y vocacional (es el trabajo que desean y les gusta hacer)