No hay nada místico en el montaje. Montaje es la palabra habitual para ordenar el material cinematográfico...Es una palabra con una fuerte resonancia práctica, incluso industrial... cuando hablamos de acoplar trocitos de película y otras formas de construcción, cuando los cineastas utilizan la palabra ensamblaje para indicar la fase en la que el material rodado de una película se agrupa según el orden de la acción...la manera como los materiales procedentes de diversas fuentes se agrupan para producir un objeto. La idea de que hacer cine era como construir y el montaje como agrupar partes de una máquina, (una máquina de significar, casi como Le Corbusier concebía casas como máquinas para vivir).
Geoffrey Nowell-Smith. Eisenstein y el montaje.
(Hacia una teoría del montaje de Michael Glenny y Richard Taylor)
Así que estamos ensamblando la máquinita de significar Mátame si puedes. Una comedia de Cine sin Autor.
Vamos a hablar de una escena.
Un personaje al que le dicen El Coronel, quien se autodefine como medio amo del planeta por sus influencias en el tráfico de armas internacional, está empecinado en matar a su mujer Elisabeth que está al tanto de sus maniobras. Para eso manda a un poli a matarla durante el entierro de un tipo. Para no extendernos, digamos que la escena a la que hacemos referencias es cuando El Coronel decide perseguir personalmente a “Susan”, una amiga de su mujer que se ha puesto a investigar sobre el paradero del poli que se ha fugado, sin haber matado a su mujer. A su vez este poli que es el amante de la mujer de El Coronel a quien debía matar es también su propio hijo dado en adopción desde muy pequeño sin que ninguno lo sepa.
En la Escena que analizamos, El Coronel, ese medio amo del planeta, anda en una bicicleta cutre que apenas avanza al pedalear. De entre unos matorrales, lo vemos mirar a través de unos prismáticos a Susan que va por la calle (y a pesar de que entre ellos no hay más de veinte metros). Luego que la detecta, se lanza sigilosamente a seguirla. Ella se da cuenta cada pocos metros cuando gira la cabeza y lo ve siempre detrás. Finalmente, El Coronel, en un acto de velocidad muy poco extrema como podrán imaginar, se adelanta hasta interceptarla. Dada el poco manejo de sus habilidades ciclísticas, no calcula bien y por poco se cae al frenar y allí comienza un acalorado diálogo con el personaje de Susan a la que acaba seduciendo y corrompiendo mediante el ofrecimiento de pasta, joyas y una vida de lujo, cuando ésta acepta entrar en su Organización.